Un correcto primer viaje de una nueva etapa de (extraños) periplos. Y digo nueva etapa porque esta curiosa afición viene de años atrás.
¿Y por qué recomendamos a todo el mundo a animarse a andar hasta destrozarse las plantas de los pies? Pues no lo sé. Podríamos haber creado un blog sobre el crecimiento repentino de la remolacha azucarera, o sobre la mejor manera de atarse los cordones de los zapatos cuando se está en posición de decúbito supino. Pero no. El andar. Tiene cojones.
Pero está bien, aunque penséis que seamos algo gilipollas. Quizá un poco sí, sobre todo en el momento de la vuelta, cuando cogemos el autobús, o algún coleguilla hace de coche escoba: nos damos cuenta de que todo el tiempo que hemos tardado en llegar andando, en coche o sucedáneo se hace en 0,7 segundos. Hay que joderse.
Lo que es cierto, es que es LA MEJOR MANERA para conocer los barrios, las ciudades o los pueblos. Es más, diría que es la única manera. La vida va tan rápida que no tenemos tiempo para dedicarlo al propio tiempo. Para mirar a nuestro alrededor. Para ver de donde venimos, y para darnos cuenta de que no tenemos ni puta idea de a dónde vamos.
Y si encima haces ejercicio, pues mejor que mejor. Y mejor aún si eres un jodido pato en todos los deportes, como yo (inciso-el davín es bastante crack en todos los deportes; yo no. Con lo que afirmo que éste es el deporte más facil de la HISTORIA de los mono sapiens.)
Pues ya está. Con esto finalizo mi presentación y me despido hasta la siguiente, chavales. El siguiente reto será más cañero, ya lo veréis. Sobre todo lo fué para mí, ya que lo hice con una resaca de cojones. En fin, es lo que tiene ser un MONO ANDARIN.
Kepán
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